Aunque tus ganas de vivir y tu entusiasmo estaban a tope, tu cuerpo y también tu consciencia ya no daban más de sí.
Te fuiste la mañana de un 27 de marzo, dejando tras de tí una vida llena de sacrificios, trabajo y de esfuerzo por sacarnos adelante, y vaya que si lo conseguiste.
Sé que estas orgullosa de todos nosotros, tanto como nosotros lo estamos de tí.
Ya hace ocho años que no estas, pero te tengo en mi pensamiento cada momento que vivo, al igual que el resto de los "chicos".
Eres una GRAN MADRE, sin duda, como dice la jota, LA MEJOR.
"Lo querido nunca es pasto del olvido"
Un beso.
viernes, 27 de marzo de 2015
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